A diez años del asesinato de Daniel Menco
*Extraido de Balas contra Piedras
"plagiando y copiando como todos los demás..."
Historia de los hechos y la necesidad de reivindicar la posicion que llevo a Daniel a la muerte como de-velamiento sin anestesia la situación objetiva de la sociedad de clases.
Faltaban 2 días para el 21 de Mayo, día en el que se celebran las glorias navales en Chile y el presidente de la república inaugura las sesiones ordinarias del Poder Legislativo con un discurso donde da cuenta pública al país de su gestión. En todo el país se realizaban movilizaciones estudiantiles debido al deficit del fondo solidario. Ese año, la Universidad de Tarapacá tenía un déficit de aproximadamente $200 millones.
Además de Menco, hubo en Arica otros tres jóvenes heridos con proyectiles y uno por una bomba lacrimógena. El propio rector de la Universidad de Tarapacá protestó contra la violencia policial y exigió una investigación rigurosa
Carabineros, desde un principio, dijo que el balín causante de la muerte de Menco era de goma. Posteriormente se demostró lo contrario. Normán Vargas Aragón, comisario de la Primera Comisaría de Carabineros de Arica, utilizó una escopeta Winchester calibre 12, la que dispara balines de acero, cuyo uso está prohibido en actos donde participen estudiantes, niños y mujeres, según una ordenanza interna de la policía uniformada. Uno de estos balines fue a parar a la cabeza del estudiante, el que agonizó durante unos días hasta fallecer finalmente.
TESTIMONIO
Una estudiante de periodismo de la Universidad de Tarapaca deja su testimonio anónimamente en un sitio web:
Miércoles 19 de mayo de 1999. Con espanto observo desde las ventanas del 2° piso de la Biblioteca de la Universidad cómo las fuerzas de orden atropellan mi casa de estudios. Bombas lacrimógenas por todo el campus, estudiantes corriendo, aire irrespirable, según los noticieros la situación se repite a lo largo del país. Esa misma noche, en Arica, un estudiante de la Universidad de Tarapacá recibe un “balín” en su cabeza que lo deja en estado vegetal, su muerte es inminente. Sin duda, este joven, Daniel Menco, fue el más perjudicado. Su muerte quedará grabada en las memorias de todos los estudiantes que más de una vez hemos marchado y gritado por las calles de nuestras ciudades reclamando por lo que creemos justo. Así como él, pudo haber sido cualquiera… Ése balín no era de goma, y Daniel Menco no era un delincuente, era uno de nosotros, de los que ese día marchamos por nuestro derecho a la educación. Ojalá hoy pudiéramos recuperar su derecho a la vida.”
FUNA A UN AÑO DE LA MUERTE DE DANIEL (PDF)
Condenado a 3 años mayor Vargas por muerte del universitario Daniel Menco
Por cuatro votos contra uno, la Corte Marcial condenó a tres años de reclusión al mayor de Carabineros, Norman Vargas Aragón, que durante una protesta universitaria en Arica, el 19 de mayo de 1999, disparó balines de plomo en contra de los manifestantes y causó la muerte del estudiante Daniel Menco Prieto.
La joven víctima, de 23 años de edad y alumno de la carrera de Auditoría, falleció días después, el 21 de mayo, luego que uno de los proyectiles se incrustó en su cabeza.
Cuatro años después de ocurridos los hechos, el tribunal de segunda instancia castrense revisó el expediente y acordó aumentar la pena en contra de oficial de Carabineros responsable de los disparos, el mayor Norman Vargas Aragón, quien al momento de los incidentes era el comisario de la Primera Comisaría de Carabineros.
En lo medular, el fallo de la Corte Marcial señala que “Vargas Aragón (…) cargó la escopeta y efectuó un disparo en condiciones deficientes de visibilidad, sin apuntar a persona determinada, pero sí en dirección al interior del centro universitario, a una distancia aproximada de 61 metros (…) con el arma apoyada a la altura de la cintura, sintiendo una detonación y retroceso del arma, de magnitud mayor que la acostumbrada, por lo que no efectuó ningún otro disparo y continuó con el procedimiento policial”.
Víctima de ese disparo murió Menco y quedaron lesionados otros dos universitarios: Fernando Rodríguez y Alejandro Martínez.
La Corte Marcial revisó los antecedentes del expediente, concluyó que no hubo dolo y que el oficial sólo actuó con “imprudencia temeraria”. Por esa razón acordó sentenciar a Vargas a tres años de reclusión como autor del delito de cuasidelito de homicidio, pena que deberá cumplir en forma remitida, es decir, sin ser internado en un centro penitenciario.
El fallo fue acordado por el ministro Juan González y el representante del Ejército Juan Arab; de la Fuerza Aérea, Juan Hargous, y de Carabineros, Alvaro Sobarzo.
El voto de minoría fue de la ministra Sonia Araneda, quien consideró que la pena debió ser de 5 años y un día por la muerte de Menco; 541 días por lesiones graves ocasionadas al segundo estudiante -Fernando Rodríguez- y 61 días por los daños provocados al tercer alumno, Alejandro Martínez.
En el fallo, el tribunal dejó establecido que a las 20 horas del 19 de mayo de 1999 un grupo de unos 60 individuos protagonizaron disturbios, con quema de neumáticos y lanzamientos de bombas molotov, frente a la sede Saucache de la Universidad de Tarapacá.
MADRE DE MENCO
Apenas se enteró de la noticia, Lidia Prieto, la madre de Daniel Menco manifestó que se sentía “amargada, porque es muy poca la pena que le dieron a Norman Vargas”. A pesar de que manifestó que se va a referir con mayor detalles a este fallo luego que se interiorice del documento, aseguró que “no estoy satisfecha en nada. Creo que debe ser mayor la pena y ojalá que podamos apelar”.
Asimismo, el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Tarapacá (Feut) Gary Tapia aseguró que este es un fallo “encubierto”, porque la Corte Marcial, según dijo, se dedicó a encubrir el delito cometido por Vargas. Asimismo, emplazó a quienes se comprometieron políticamente a luchar por hacer justicia en este caso “a que refuten ese fallo y se sumen a las voces que piden una pena más dura”.
ABOGADA
En tanto, Mabel Valdés, abogada de la familia Menco, manifestó que este fallo constituye un logro, puesto que se aumentó el dictamen anterior que otorgaba a Vargas 541 días de presidio. Sin embargo, la profesional sostuvo que aspiran a endurecer la condena, porque sostuvo que nada reparará la pérdida que tuvo esta familia, por lo cual están a la espera que les llegue íntegramente el fallo para analizar los pasos a seguir con los demás integrantes del estudio jurídico Pontino, Valdés y Villalobos. “Estamos hablando de la muerte de un estudiante, lo que ocasionó la destrucción de la familia”, dijo.
La abogada hizo mención especial al voto disidente de la integrante de la Corte Marcial Sonia Araneda, que fue la única que votó para condenar a Norman Vargas a cinco años y un día, además de los 541 días por las lesiones graves a Fernando Rodríguez y los 61 días a Alejandro Martínez.
Recuerdo y Memoria reivindicativa.
Recordar el asesinato de un compañero proletario debe alejarse de el puro exigir justicia. Lógicamente aquello es necesario a modo de que la familiar logre superar medianamente el luto. Pero como clase debemos contextualizar los hechos que llevan a que funcionarios del Estado disparen balas hacia manifestantes. ¿Qué coordenadas nos ofrece esto? Sin duda que en un escenario donde la radicalización del conflicto amenazaba con un movimiento real en tanto intervenía en la cotidianidad necesaria para el funcionamiento del sistema capitalista, su anulación y amedrentamiento se convertía en una necesidad para el Estado y el Capital. Es ahí donde podemos reconocer que ciertas formas de enfrentamiento o de lucha contra el orden establecido aparecen como peligrosas y necesariamente exterminables para no “contaminar” el tejido social Estas en tanto de-velevan sin anestesia la verdadera naturaleza del capitalismo como antagonismo insuperable dentro de sus contextos vuelven a la practica de Daniel y tantos mas la realización de una posición frente a lo establecido que es necesario reivindicar en tanto esclarece la situación objetiva de la sociedad de clases, despojando el manto que vuelve para el sentido común las relaciones de dominación y explotación como relaciones “beneficiosas para todos”
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