La necesidad de exterminar a la Coordinadora Arauco Malleco.

extraido de Agrupación Mapuche Kilapan

Chile, un país que se autodetermina cristiano, defensor de los Derechos Humanos y legalista internacional como nacionalmente, paradójicamente reprimió a la CAM, un día después que sus feligreses se encontraban consternados ante la conmemoración de un año más de la crucifixión de su Dios y a pocas horas del retorno del encargado de la ONU sobre pueblos indígenas, luego de su visita. En otras palabras, la contradicción vuelve a entorpecerse entre el discurso del Gobierno y su práctica concreta.

Las últimas semanas han vuelto a colocar a la Coordinadora de Comunidades en Conflicto Arauco Malleco, en las primeras portadas de los noticieros y diarios impresos. Principal difusión ha sido desde la derecha, quienes a través de El Mercurio, El Austral de Temuco, La Tercera y Megavisión, han entregado una verdadera campaña de criminalización política y judicialización. Sin quedarse atrás, el Gobierno a través de La Nación y Televisión Nacional. Qué podemos concluir de esto, sencillamente, que el Pueblo Mapuche y en específico su expresión más revolucionaria, se ha situado como el enemigo interno de Chile, al cual se debe eliminar.

¿Por qué es necesario amputar la ideología de la CAM? En tiempos de crisis económica capitalista, sin una alternativa real de cambio, el proyecto estratégico aparece como una opción. “Control Territorial”, “Siembra Productiva”, “Anticapitalismo”, “Autonomía” y “Autodeterminación”, son en estos momentos, ideas políticas que la CAM ha venido desplegando por diez años. ¿Qué creen que mirara un campesino, un pesquero, cuando sus posibilidades de sobrevivencia son nulas? el trabajador expulsado de su fabrica ¿no encontrará coherente derribar los imperios forestales y apropiarse de la tierra para alimentar a su familia? Esa es la cuestión que esta en juego detrás de los últimos montajes judiciales y detenciones políticas a integrantes de la CAM.

Los enemigos externos e internos, se han unido en momentos específicos para deslegitimar a la Coordinadora, en un claro intento de preparar un marco ideológico para arremeter militar, político y judicialmente, para así no tener una defensa de parte del Pueblo Mapuche. En efecto, “violentistas”, “terroristas”, “minorías”, ya son parte del lenguaje insertado por los contaminadores que no quiere la Liberación Nacional de nuestro pueblo. A pesar de ello, los Weichafe detenidos, los clandestinos y los asesinados, son mucho más que simples “violentistas”. En sus personas se porta los valores del proceso de liberación, el trabajo cotidiano, el estudio, la politización constante, el crecimiento personal y por sobre todo, la consecuencia en la línea estratégica, esos son los peldaños que nos permitirán pasar a una nueva etapa en la acumulación de fuerza.

La arremetida de parte del Estado chileno en las últimas dos semanas, muestran la verdadera cara del Gobierno. Su complicidad acérrima con el sistema capitalista, con los “históricos enemigos” (latifundistas) y “grandes enemigos” (empresas transnacionales). Es demostrable esto, en los puntos donde se ha golpeado en los últimos días. En Puerto Choque, se resiste al exterminio cosmovisionario como Nación Mapuche, para ello, es necesario expulsar a las empresas forestales y turísticas; pero por sobre todo, detener la instauración de la minera de escandio en el lago Lleu-Lleu. Mientras que en la novena Región, es expulsar a los latifundistas, una casta de personas que han construido su patrimonio económico a costa del engaño a nuestros antepasados y del robo de tierras, por leyes que ellos construyeron sobre nuestra.

Lo anterior ha sido englobado en un nuevo intento de asociación ilícita. Si ayer, los Weichafe “recibían” entrenamiento en Chiapas, hoy se hace en Colombia. Con ello, se permite enmarcar una represión política ante el temor de socavar la “Seguridad Nacional”, con ingerencia “foránea”. Pero eso no es todo, aún falta el jefe militar, el “Comandante”, el que da las instrucciones desde las selvas de Wallmapu, pero ese, aún anda escondido entre árbol y árbol, “prófugo de la justicia” para los invasores, en clandestinidad para los luchadores.

En la práctica, el temido conflicto Mapuche y estrategia política enviada desde las comunidades en conflicto, ha sido impulsado por estos “violentistas”, los que ahora están en las cárceles de Concepción, Lebu, Temuco y cubierto en las sombras de la Araucaría, para seguir avanzando en el proceso, para seguir acumulando fuerzas en post de avanzar en la Liberación Nacional Mapuche.

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