¿QUÉ PASÓ CON CUBA EN BEIJING?

Patricio Dueñas Barra

Es admirable la forma, pero mejor es el fondo. Ahí está la visión política.

Si hacemos un ranking solo con las medallas de oro ganadas por cada país, observaríamos que China, con 51 medallas de oro, ganó muy lejos a EE.UU., que alcanzó solo 36.

Las opiniones emitidas por personeros de EE.UU. insisten en sacar la cuenta por el total de medallas, porque esta vía hace figurar a dicho país en primer lugar, y después a China.

En el caso cubano, las dos medallas de oro que ganó este país lo ubican en el 28º lugar; pero si sacamos la cuenta con las 24 medallas que este país logró (es decir a la forma norteamericana), la Isla queda en el 12º lugar de todo el mundo, para orgullo de sus 11 millones de habitantes.

Como quiera que saquemos la cuenta, Cuba terminó los Juegos Olímpicos no solo a la cabeza de todos los países sudamericanos, sino además, notoriamente mejor ubicado que muchísimos países del mundo que tienen mejores recursos económicos.

Uno de los contrastes que precisamente llama la atención, es que nuestro país Chile, con una renta percápita que quintuplica la de Cuba, quedó ubicado en el lugar 69 ó 71 (según el procedimiento para calcularlo), y con una sola medalla, que además fue lograda por un profesional del deporte. Sería poco serio afirmar que en ello hubo mérito del estado.

También llama la atención el logro de Cuba, al compararlo con el de Argentina, país enorme, y rico en recursos económicos, con 40 millones de habitantes, favorecido con su clima y su geografía, cuando observamos que alcanzó en total seis medallas, con lo cual se posiciona en el lugar 30 ó 34 (según el sistema que se emplee para calcularlo).

Y así podemos analizar los resultados olímpicos de Cuba con otros países que tienen muchos más recursos y rentas percápita superiores a este país, como son los casos de España, Holanda, Dinamarca, Suiza, Suecia, Noruega, Polonia, Brasil, Bielorrusia, todos de dilatada trayectoria en la cultura física, y se observa que en los totales por medallas, no pudieron superar a la Isla.

Ni qué hablar si comparamos a Cuba con los países que tienen una renta percápita parecida, porque en tal caso, el mérito de este país socialista es muchísimo más notorio.

Algo tienen que ver los resultados con la asignación de recursos. Y la Isla lo logra con deportistas absolutamente amateurs, con las limitaciones que impone un bloqueo económico y comercial administrado desde EE.UU. (el más largo de la historia de la Humanidad). Se logra además, a pesar de la creciente profesionalización de los Juegos Olímpicos. Y se logra, a pesar del fluido despojo de deportistas, que los empresarios del deporte de los países desarrollados cada año hacen a Cuba.

No era fácil imaginar que la selección cubana de beisbol iba a derrotar dos veces en Beijing nada menos que a la selección de EE.UU., los dueños de este deporte, y país más desarrollado del mundo;… tampoco era fácil concebir la humillación de EE.UU. frente al equipo de Cuba en Voleiball. ¿Puede un observador sincero, dejar de sorprenderse por estos sucesos? ¿Los amateurs derrotando a los profesionales?

De este análisis se deduce el mérito indiscutible de Cuba, en el compromiso que el estado asume frente al deporte. Esas cosas concretas, que perfilan todo una actitud asumida por este país frente a dicha actividad.

Nos estamos refiriendo a esas 12.000 instalaciones deportivas que se han puesto a disposición de la ciudadanía desde 1959 hasta nuestros días; la creación de DIRECCIÓN GENERAL DE DEPORTES creada en 1959, luego el INSTITUTO NACIONAL DE DEPORTES, EDUCACIÓN FÍSICA Y RECREACIÓN (INDER), creado en febrero de 1961, después la ESCUELA SUPERIOR DE EDUCACIÓN FÍSICA MANUEL FAJARDO, fundada en 1965, para formar instructores y profesores deportivos para Cuba y para muchos otros países del planeta.

Posteriormente, la fundación de la INDUSTRIA DEPORTIVA NACIONAL, y el INSTITUTO DE MEDICINA DEL DEPORTE, en 1965 y 1966 respectivamente, son solo algunas de las instituciones que han sido puestas al servicio de los ciudadanos por el proceso en curso de la Revolución Cubana.

La institución nacional de LOS JUEGOS DEPORTIVOS NACIONALES ESCOLARES en 1963, instaló la principal vertiente para alimentar del elemento humano a los centros de alto rendimiento, complementando la pirámide del deporte nacional, que comienza en las escuelas primarias, pasa por las edades juveniles y llega finalmente a las edades adultas, etapas éstas que recorrieron muchos grandes triunfadores cubanos de hoy.

Y no podríamos dejar de mencionar esa ESCUELA INTERNACIONAL DE EDUCACIÓN FÍSICA Y DEPORTE, de nivel superior, que ha graduado a tantísimos profesores y entrenadores extranjeros, que hoy marcha con 1500 alumnos gratuítamente, de 75 de países de bajos recursos.

En los últimos 30 años las Universidades cubanas han producido cientos de entrenadores y profesionales de la educación física para Europa, América y África, entregando ayuda y cooperación a los países que se lo solicitan.

En cuanto a los atletas que eligen el alto rendimiento, si lo desean, son becados para estudiar Educación Física y Deporte, carrera en la que alcanzan título universitario, que luego ejercen en Cuba o en otros países.

Todo este esfuerzo del Estado Cubano, ha dado como resultado una serie de cambios, desde ser un país con escasa figuración deportiva antes de 1959, a ser un asombro, una potencia deportiva en la actualidad, para los países de América y para los países del Tercer Mundo.

Llama la atención otro hecho a la luz del medallero 2008: los países desarrollados, es decir con más recursos, y con más profesionales, en general acumularon muchísimas más medallas que los países del Tercer Mundo. Es otro de los parámetros que nos muestran la creciente desigualdad de logros entre países ricos y pobres, con la excepción de Cuba, y algún otro caso, como Jamaica.

Honrosísimo papel el jugado por los hijos de Martí, con sus 165 atletas, participantes en 16 deportes, cuando han dejado en claro una vez más, que son un ejemplo para el mundo, no solo en salud, no solo en educación: también en la actividad del deporte, porque también esta actividad es considerada en ese país un derecho de los pueblos.